free credit rm30 Ricardo Barreda y su ¿Club de Fans?

Ricardo Barreda y su ¿Club de Fans?

(Publicado en El Semejante – Año 7 Nro. 48 de junio de 2008)

RICARDO BARREDA Y SU ¿CLUB DE FANS?

Hace pocos días fui consultado por el periodista Facundo Falduto, redactor de Perfil.com, sobre el caso del ya ¿famoso? condenado Ricardo Barreda, en relación a que varios blogs aparecen celebrando la reciente prisión domiciliaria que al odontólogo le fue concedida por la Justicia argentina. Es más, desde esas páginas de internet lo felicitan, piden un libro sobre su vida y hasta le escriben canciones. La nota publicada, que lleva por título “Barreda tiene su club de fanáticos en internet” (sección "Sociedad" del 2/6/08), se pregunta acerca de qué les sucede a estos bloggers que en apariencia admiran al dentista oportunamente encarcelado por homicidio múltiple. ¿Qué pude observar al recorrer algunos de los aludidos sitios en la web?

En primer lugar, llamó rápidamente mi atención que el lenguaje utilizado era propio de los jóvenes, de los pibes. Así, el blog Free Barreda!!! consulta si les parece bien que salga de la cárcel este autor de cuatro asesinatos (su esposa, su suegra y sus dos hijas). “¡A mí me parece geniaaaaal!”, contesta uno. Otros dicen “¡Aguante Barreda, conchita viejo y peludo!”, “Conchita te mete un bombazo de una shotgun”. Resultan ser comentarios teñidos de cierta trasgresión habitual en los adolescentes: “¡ya van a salir las remeras!” con la imagen de su rostro (¿acaso emulando a El Che?). Pareciera que varios de los apologistas se escudan tanto en el anonimato como en el humor para poder expresarse de tal manera. Desde la broma, ¿todo se puede decir?

La mayoría de estas declaraciones de apoyo están expresadas desde el humor ¿acaso negro? Digamos que el chiste suele representar una rebelión contra la autoridad, una liberación del yugo de la misma. Y precisamente estos bloggers son jóvenes que, además de comunicarse entre ellos, consiguen así una aportación adicional de placer. En la chanza siempre aparece la satisfacción de haber realizado lo que la crítica prohíbe. La caricatura, la parodia y la exageración crean el disparate cómico. Y estas bromas -tal vez obscenas- permiten incluso vislumbrar una oculta tendencia a la exhibición. Precisamente dice otro comentario sobre Ricky Barreda: “ese dark side que todos tenemos en el fondo de nuestras almas, bien tapadito, reprimido”.

La nota de Perfil.com hace referencia al constante hostigamiento familiar que el odontólogo decía padecer, según sostiene “El Desalmadero”. Hay mucha pulsión de muerte y de destrucción dando vueltas en varios de estos comentarios. ¿Thanatos dice presente cuando surgen seguidores por haber “¡perdigonado a la suegra!”? Bastante llama la atención que se lo condene más severamente por haber asesinado a las hijas, pero en relación a su esposa y a su suegra se despliega una cierta exaltación juvenil. “¡La suegra siempre mereció morir!”, dicen unos; y otros replican: “¿y el placer de matarlas, quién te lo quita?”. ¿A qué se debe tanta admiración anónima? ¿Quienes así se expresan se sentirán identificados con ese maltrato cotidiano?

En los sitios que pude visitar también aparecen menciones a los trágicos años de la última dictadura militar (que obviamente estos adolescentes no vivieron ni sufrieron en carne propia). Puede leerse: “Hay tipos de la dictadura sueltos por ahí y Ricky recién sale”. “Si Videla puede estar con arresto domiciliario, cualquiera puede estarlo”. Hay quienes propician en tono humorístico la creación del “Movimiento Nacional de Liberación "Free Barreda": ¡¡¡por una conchita libre y soberana!!!”. Lo siniestro suele estar íntimamente emparentado con lo atemorizante y amedrentador. Por allí más seriamente alguien dice: “No entiendo la liviandad de algunos comentarios, aunque es cierto que el soporte on line da cierta impunidad para escribir”.

Otro dato de interés resulta ser la juvenil proposición de llevar este tema al espectáculo. Hay quienes sostienen que hay que ponerle ahora cámaras en su actual casa “tipo Gran Hermano”, o hacer un reality con la vida de Barreda, o que sumen al odontólogo a “Bailando por un Sueño”. Decía yo en la nota publicada en El Semejante de febrero de este año, que la “realidad” es presentada por la pantalla chica como un mero objeto de contemplación. La vida cotidiana aparece en nuestra T.V. como una inmensa acumulación de espectáculos, por lo que hoy podemos ver cualquier cosa sin inmutarnos. ¿Acaso estos conceptos no se corresponden en algo con las citadas ideas que los adolescentes proponen en los blogs que entre ellos circulan?

También leo: “Se quedó enroscado en un vínculo enfermo”. “Este hombre ya tenía un punto de su personalidad saltado, parece un psicópata suelto”. ¿Es Barreda nada más que el emergente de una familia enferma? Su conducta desviada pudo ser la resultante de la interacción familiar, de la forma alienizante de relacionarse entre los miembros de ese grupo primario. Decía Enrique Pichon-Rivière que el sujeto que enloquece es el portavoz de las dificultades de su entorno familiar. ¿Por qué el dentista puso fin a ese goce coagulado que habitaba en su hogar? Será en el rearmado de la historia personal y familiar donde pueda ubicarse la trascendencia de los múltiples factores traumáticos que finalmente desencadenaron semejante tragedia.

En fin, estas breves consideraciones desde ya no pretenden agotar una cuestión tan delicada. Es más, hasta la consulta periodística que al principio cito ni había reparado yo en el contenido de estos blogs de adolescentes. Concluye el redactor de Perfil.com: acaso internet sea apenas el reflejo de lo que muchos, enfermizamente o no, manifiestan sólo en privado, cuando pocos escuchan. Esperemos que la parodia San Barreda -que aparece en un fotolog- pase pronto al olvido y que estos jóvenes puedan intercambiar entre sí comentarios de otro nivel, con contenidos que aporten a sus respectivos crecimientos personales y por qué no grupales. Que puedan construir convivencialidad desde un pensar, un sentir y un hacer más pleno.