Progresar: Otro Respaldo a los Estudiantes

(Publicado en la revista de cultura y política La Tecl@ Eñe – Año XIII  Nro. 62 correspondiente al bimestre marzo - abril de 2014; en Psicología del Cambio - Perú con fecha 12/3/2014 y en Cambio 2000 - Año VI Nro. 580 de fecha 7/5/2015)

PROGRESAR: OTRO RESPALDO A LOS ESTUDIANTES

Hacia fines de febrero del corriente año ya había más de quinientos mil jóvenes inscriptos y en condiciones de percibir el beneficio del Programa de Respaldo a Estudiantes de Argentina (PROG.R.ES.AR.), recientemente lanzado como un derecho inclusivo más de los tantos que venimos destacando en esta columna de La Tecl@ Eñe. Este programa es para que los adolescentes entre los 18 y los 24 años de edad puedan iniciar y completar sus estudios en cualquier nivel educativo. Sus requisitos básicos son: estar desempleado o tener un trabajo informal o cobrar un salario menor al mínimo vital y móvil (es decir, $ 3.600 por mes). El grupo familiar (el padre, la madre, el cónyuge o conviviente) tiene que estar en las mismas condiciones.

Este nuevo avance en la ampliación de los derechos de nuestra juventud consiste en una prestación económica universal de seiscientos pesos ($ 600) por mes; y el primer pago de este beneficio se hará muy pronto, durante el curso del mes de marzo de 2014. A cada joven se le habilita una tarjeta de débito para cobrar en una entidad bancaria. Todos los meses se abona el ochenta por ciento (80%) del monto de la prestación. Tres veces al año —en marzo, julio y noviembre— se paga el veinte por ciento (20%) retenido, cuando cada adolescente beneficiario acredita su correspondiente certificado de que continúa estudiando: en cualquier nivel educativo de los muchos habilitados por la Ley Nro. 26.206 de Educación Nacional.

Cabe señalar que el nuevo programa no sólo es abarcativo de los niveles primario, secundario, terciario y universitario, sino también de los centros de formación profesional, de los bachilleratos populares y de los centros habilitados para el Plan FinEs, sea que se encuentren registrados ante el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social o en el Ministerio de Educación de la Nación. El plan brinda asistencia para la formación profesional, orientación e intermediación laboral y cuidado de los hijos a cargo —cuando fuera necesario— a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. Se puede pedir su intervención a los efectos de encontrar una guardería infantil para el cuidado de los hijos y así facilitar el estudio de los interesados.

Los adolescentes también cuentan con la posibilidad de hacer otras actividades en vez de concluir sus estudios o de hacer un curso de algún oficio: vgr. plomero, electricista, etc.  La mencionada cartera laboral tiene una propuesta de Orientación e Inducción al Mundo del Trabajo especialmente pensada para los jóvenes. Allí pueden aprender sobre sus derechos laborales, técnicas para buscar empleo, cómo cuidar la salud en los trabajos, cómo usar una computadora para trabajar, qué les gusta y cuáles son sus habilidades para conseguir un empleo, entre otras. No hay ninguna duda que este programa procura, por todos los medios a su alcance, que un número muy importante de pibes se sientan incluidos y considerados como reales sujetos de derechos.

Por otra parte, esta nueva prestación es compatible con el seguro por desempleo que otorga la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) y el Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (RENATEA). Por si todo esto no fuese sobrado, hay que agregar que para el supuesto de que un joven no cumpla con todos los  requisitos antedichos, puede participar del Programa Jóvenes con Más y Mejor Trabajo del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, orientado a la búsqueda tanto de capacitación como de empleo. Otro recaudo importante a destacar es que todos los jóvenes beneficiarios del plan Progresar deben cumplir con un control anual de salud, que será regulado por el Ministerio de Salud de la Nación.

El Decreto Nº 84/2014, publicado en el Boletín Oficial el pasado 27 de enero, hace referencia a la finalidad de generar nuevas oportunidades de inclusión social y laboral a los adolescentes más desvalidos y en situación de vulnerabilidad. El plan Progresar es, sin duda, una política pública novedosa —financiada por el Tesoro nacional— que procura consolidar un sistema de seguridad social abarcativo desde la gestación del individuo hasta sus 24 años de edad. Hablamos de una red de contención que pueda compensar en algo a los más necesitados; en este caso para seguir posibilitando el acceso a una educación más igualitaria. Ojalá que así sea, y que este programa logre erigirse en un verdadero proyecto de vida para nuestra juventud.